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La enorme pantalla de TV en la sala continuaba encendida, mientras Shen Li estaba ocupada desplazándose por noticias en su tableta y viendo la televisión.

El mayordomo había querido apagar la TV, pero ahora no se atrevería a decir una palabra, solo se quedaba de pie en silencio al lado. Ordenó a una empleada que trajera té, un tipo conocido por sus efectos calmantes, preocupado de que Shen Li pudiera alterarse.

Pero la expresión de Shen Li era despreocupada, como si estuviera disfrutando de un programa de variedades, completamente absorta.

—Señorita Shen, ¿quiere llamar a su esposo? —preguntó el mayordomo con cautela.

Era mañana, y las noticias acaban de salir. Huo Siyu ya debería haber recibido las noticias.

Shen Li movió la mano con una expresión de 'no me molestes mientras veo la televisión' y dijo:

—No es necesario, ya se está transmitiendo en la TV, él no podría estar desinformado.

Diciendo eso, continuó viendo la TV, completamente fascinada por el programa.