—El buscador de empleo, en medio del chisme, rápidamente puso fin al tema; no importa cuán interesante fuera el chisme en la televisión o cuán guapo fuera el protagonista masculino, el trabajo en mano era más importante.
Shen Li seguía entre la multitud, después del impacto inicial, solo le quedaba una calma compuesta.
Sus sentimientos por Huo Siyu solo salían a la superficie en ciertos ambientes, amor por los fuertes, los criminales, aquellos que sufren de esta enfermedad psicológica; siempre que volvieran a la sociedad normal, esos sentimientos se desvanecerían.
—¡Eek, te pareces justo a una celebridad! —el buscador de empleo a su lado parecía haber descubierto una maravilla, de repente girando hacia Shen Li y diciendo.
—Mucha gente ha dicho eso —Shen Li sonrió y habló, su actitud relajada y natural.
No importa a quién se dijera que se parecía, esa era la forma de responder.
Tenía una identidad completamente nueva, y no temía ninguna sospecha.