—Este mundo es demasiado complejo; no es necesario entenderlo todo —dijo Huo Siyu con indiferencia.
Había estado participando en los juegos de la Isla de la Muerte desde su adolescencia. La llamada vida y muerte, incluso Han Mochen, quien se hacía llamar Muerte, no se atrevía a afirmar que entendía más que él.
No importa cuánto talento tuviera Shen Li, cuán adecuada fuese para el lado oscuro del mundo, como afirmaba Han Mochen.
En la opinión de Huo Siyu, siempre era mejor ser una chica normal.
—¿Puedo... evitarlo? —preguntó Shen Li a Huo Siyu, su expresión algo triste.
Ella entendía la protección y el cariño de Huo Siyu hacia ella, pero...
En el mundo de Huo Siyu había conspiraciones y derramamiento de sangre, y ella estaba justo a su lado.
Muchas cosas no eran como ella imaginaba, a veces incluso el propio Huo Siyu.
Varias veces había estado al borde de la muerte, y no era exagerado decir que todo era por causa de Huo Siyu.