Punto de vista de Dominick
Caminaba desesperadamente dentro del bosque. De repente, un grito agudo rompió el silencio; mi nombre, era inconfundiblemente la voz de Luna.
—¿Luna? —grité, mi corazón latiendo aceleradamente mientras buscaba en la oscuridad. —Luna, ¿dónde estás?
—¡Dominick! —Su voz estaba llena de miedo, y me apresuré hacia el sonido, con todos mis sentidos en máxima alerta. Siguiendo la dirección de su voz, pronto me encontré cerca de un acantilado, y lo que vi hizo hervir mi sangre.
Allí, en el borde del acantilado, estaba Luna, luchando bajo el peso de un maldito bastardo. Sus manos la manoseaban, intentando desvestirla. La furia me inundó y vi rojo.
—¡Vuélvete de ella, maldito cabrón! —Con un gruñido feroz, cargué hacia ellos, mis puños cerrados. En un movimiento rápido, agarré al hombre, arrancándolo de ella, mi puño conectando con su mandíbula, enviándolo rodando al suelo.