Escuchando un movimiento detrás de él,
Jiang Fan giró la cabeza y se quedó sorprendido.
—¿Ah? ¿Cómo puede haber alguien aquí? —Su expresión cambió.
Rápidamente recogió las pocas Píldoras Venenosas que había refinado y se apresuró a verificar.
Si una persona inocente hubiera sido envenenada hasta la muerte, sería un gran pecado para él.
Corriendo, Jiang Fan miró sorprendido:
—¿No es esta esa chica inexplicable? —La reconoció de un vistazo. Era la chica en la puerta de la ciudad que le había mostrado hostilidad y le había pedido su nombre.
Su apariencia exótica era muy reconocible.
No importaba quién fuera, una vida humana estaba en juego.
Jiang Fan se apresuró a verificar, y después de un momento, soltó un largo suspiro de alivio:
—Afortunadamente, solo estaba envenenada hasta quedar inconsciente. —No hubo lesiones graves por el veneno. —Pensar que tiene una fuerte resistencia al veneno.