—¿Qué? ¿Miedo? —Liu Li apretó los dientes y soltó una risa fría.
—Jiang Fan se recuperó.
—Se alisó la ropa y dijo educadamente:
—No sabía que era la estimada Princesa del Emperador Demonio. Perdone mi ofensa, por favor sea magnánima.
—Liu Li rió con ira:
—¿Magnánima? ¡No soy tan generosa!
—Después de tratarla así y asá y luego así al final.
—¿Todavía espera que ella perdone?
—¡Ni lo sueñes!
—Jiang Fan estaba impotente, sacó la Píldora Demonio Espejismo y dijo:
—Aquí tienes tu Píldora Demonio de vuelta, a partir de ahora estamos a mano, una tabla rasa.
—Haberme encontrado contigo, ¡fue solo mi mala suerte!
—En serio.
—Encontrarse con esta mujer, nada bueno ocurrió.
—Primero, fue obligado a cuidar de ella toda una noche. Luego quedó atrapado en el Bosque de la Espada por ella, retrasando su práctica. Justo ahora, casi fue atrapado por el Tigre Devorador del Cielo.
—Qué mala suerte, encontrarse con esta señorita.
—Pero.