—¿Qué? —Todos los presentes se sorprendieron por las palabras de Ouyang Jun.
—Fu Chaohun se quedó desconcertado: Hermano Menor Ouyang, ¿estás seguro de que no lo viste mal?
—¡Una bestia demoníaca con la Perfección del Noveno Nivel de Formación del Núcleo, eso sería uno de los Cuatro Grandes Reyes Demonios bajo el Emperador Demonio! —La existencia de un Rey Demonio de tal nivel.
—Su estatus era equivalente al anciano Xu Qingyang de la Tierra de los Nueve Sectas.
—Es difícil de creer que alguien pudiera herir a un Rey Demonio.
—¿Y cómo podría terminar su garra en manos de un pequeño discípulo? —Ouyang Jun cuidadosamente tomó la garra de la mano de Jiang Fan.
—La sostuvo en su palma, examinándola una y otra vez, con la frente llena de emoción.
—¡Sin errores! ¡Sin errores! —Esa energía demoníaca tan concentrada y no dispersa, solo la podría tener una bestia demoníaca con la Perfección del Noveno Nivel de Formación del Núcleo.