—¿La Pitón Gigante de Nueve Cabezas? —preguntó sorprendida.
—¿La Sacerdotisa Luna Demonio? —continuó interrogando.
—Entonces, ¿realmente ella está liderando el ejército de regreso? —se sorprendió la Araña Negra.
—¿Por qué solo quedan dos mil no muertos? —añadió con más duda en sus ojos.
—¿Sufrieron una gran derrota? —meditaba en voz alta.
—¿O dejó parte de los no muertos para guardar y regresó rápidamente por la recompensa? —continuó planteando hipótesis.
—Esta Sacerdotisa Luna Demonio teme que nuestros refuerzos puedan llevarse algún crédito —resopló la Araña Negra con insatisfacción.
—¡Son esos pequeñines! —no pudo evitar reírse.
—Quería perseguirlos y divertirme un rato justo ahora —comentó entre risas.
—No esperaba que la Sacerdotisa Luna Demonio se topara con ellos de frente —añadió con una risa burlona, —ja ja ja, qué grupo de pequeños diablos desafortunados.
—¿Por qué siguen en alerta? —preguntó agitando su mano.