—¿Qué tipo de tonterías son estas? —Gong Caiyi solo sentía que era insoportable.
—Pisoteó el suelo y se dio la vuelta para marcharse, diciendo enojada:
—¡Disfruten, pareja sucia!
—Yue Mingzhu soltó una risita:
—Claro.
Luego se volvió hacia Jiang Fan y dijo coquetamente:
—Jiang Lang, te di el Seis Armonías Inmortal, el tesoro de la Secta de los Deseos.
—¿No me estás dando solo unos pocos cristales a cambio?
—Quiero algo más. Como, nuestro bebé.
Gong Caiyi, que estaba a punto de marcharse, fue golpeada donde más le dolía.
—Caminó de vuelta enojada.
—Agarró la mano de Jiang Fan y metió una botella de jade en ella.
—¿Qué vale el Seis Armonías Inmortal?
—¿Es esto lo mejor que puedes hacer para amenazar a Jiang Fan? —Uh.
—Jiang Fan se quedó sin palabras.
Gong Caiyi era demasiado inocente, ¿verdad?
—Unas palabras de Yue Mingzhu y estaba completamente controlada.
—Rápidamente dijo:
—No te dejes engañar por el truco de Yue Mingzhu.
—Te está provocando deliberadamente.