El Joven de Blanco, ¡La Espada Sin Par ha Llegado al Fin!

—Todos salieron inmediatamente a ver lo que ocurría. No pudieron evitar abrir la boca de asombro. Miraban el lago al otro lado de la granja de manera atónita.

—Vieron coches con vidrios tintados oscuros estacionarse. Coches llenaban su campo de visión. Había al menos 100 coches. Todo el lago estaba bloqueado, y la mayoría de los coches tenían matrículas extranjeras.

—El cielo se había oscurecido.

—Aquellos coches estaban de frente al lago. Nadie sabía quién fue el primero en encender las luces del coche, pero luego se encendió una serie de luces de coches. Las luces brillaban directamente sobre el lago, iluminando la superficie del agua.

—Antes de que pudieran reaccionar, se abrieron las puertas de esos coches. Innumerables personas de todo tipo de vestimenta salieron de los coches. Parecían haber venido a una cita donde no decían nada, como si estuvieran esperando a alguien.