—¿Fuiste tú?
La mirada del hombre de mediana edad también se posó en Ye Chen. Dijo con una expresión extremadamente severa:
—Mocoso, ¿lastimaste a Du Qiang?
Nunca había visto a Ye Chen antes, por lo que no podía reconocerlo, aunque estuviera justo frente a él.
Sin embargo, lo único que le desconcertaba era que no sentía ninguna Energía Verdadera de Ye Chen. Parecía una persona normal.
Al mismo tiempo, las figuras detrás de él rodearon a Ye Chen por instinto. Parecían estar esperando la orden del hombre de mediana edad para despedazar a Ye Chen.
Lo que no notaron fue que Yan Nanfei, que yacía en el suelo, parecía estar en su último aliento en ese momento. Sus ojos estaban llenos de emoción mientras miraba a Ye Chen.
«¡Supremo Ye! Lo sabía. Desde que debutaste, has ganado todas las batallas, independientemente de si mataste a Yuan Bupo o a Bai Zhanyuan. ¿Cómo podría una leyenda de China morir tan fácilmente?»