—Hay un aura de Wushuang en ella.
—¡Es realmente su espada!
Cuando apareció la espada larga, las pupilas de Ye Chen se contrajeron ligeramente. Incluso su voz se volvió un poco ronca. Su cuerpo, que estaba sentado en el asiento, temblaba ligeramente.
La intención de la espada emitida por esa espada larga tenía una voluntad inquebrantable y una arrogancia que desafiaba al mundo. Otros solo podían maravillarse con la intención de la espada.
Sin embargo, para Ye Chen, fue este aura lo que lo hizo sentir como si estuviera electrocutado. La misma fluctuación era algo que solo Wushuang podía hacer. Nadie más podría imitarlo.
—¡Wushuang, realmente estás en la Secta de la Espada!
Ye Chen tragó saliva. Apretó inconscientemente sus puños que estaban sobre su regazo.
—Espera por mí. ¡Pronto iré a encontrarte!
Sus ojos ligeramente húmedos estudiaron las reacciones de las personas presentes.
Al ver que todos estaban más emocionados que él, su mirada se volvió repentinamente fría.