El Plan Oculto de Thea [1]

Thea permaneció en silencio, sus ojos fijos en el agua ondulante del estanque. Tomó la poción sin decir una palabra, pero no hizo ningún movimiento para beberla. El peso de sus problemas pesaba mucho sobre ella, y ni siquiera la seguridad de su hermana podía levantarlo.

Lily, que no es de las que se rinden fácilmente, trató de involucrar a Thea con diferentes preguntas, preguntando sobre la familia, los planes de su padre, incluso el estado del jardín. Pero las respuestas de Thea eran apáticas, su voz apenas más alta que un susurro. Era como si una parte de ella se hubiera retirado a un lugar donde Lily no podía alcanzarla.

Finalmente, Lily dejó de intentar animar a su hermana mayor y soltó un suspiro resignado. —Me voy por dos meses —dijo, su voz llena de una mezcla de renuencia y determinación—. No volveré por un tiempo.