¡Podrido de Rico!

—La sonrisa de Fatty Ben solo se ensanchó después de escuchar la pregunta del soldado mago —Tan serio como la muerte, viejo. Soy el noveno clasificado entre los mejores jugadores del Sindicato de Jugadores. ¿Crees que apostaría mi reputación con una mentira?

—Fatty sacó su ficha del sindicato de jugadores y la ondeó delante del soldado mago —Vamos, haz una apuesta. ¿O tienes demasiado miedo de apostar contra mi maestro?

—El soldado no sabía si reír o llorar. El tono arrogante y la pura audacia de Fatty Ben le irritaban hasta lo más profundo. Sacó su cristal de comunicación y rápidamente llamó a algunos de sus camaradas.

—Tras una breve discusión, todos decidieron colocar sus apuestas, una cantidad considerable de piedras de mana contra la victoria de Kent.