Pensamientos de las hermanas de la familia Frost!

—Kent estaba charlando animadamente con Amelia y le preguntaba sobre el estado de su salud —comentó alguien. Las demás chicas también respondían emocionadas acerca de la situación en la ciudad de Bambú Dorado.

Tata Lan escuchaba a todos con una mirada confusa. Nunca esperó que Kent tuviera tantas mujeres íntimas. Una decepción se reflejó en su rostro al escuchar el tono emocionado de Sofía y Lucy.

Fatty Ben, agarrando sus recién encontrados tesoros, estaba radiante de alegría. A su lado, Mei Bai, la dama árbitro, se aferraba a él, sus ojos brillando de orgullo y afecto.

De pie como un silencioso guardián en la vanguardia, el Supremo Mago de la Espada mantenía una postura estoica, su sola presencia suficiente para disuadir a cualquiera de acercarse al trono.

Su aura era como una barrera infranqueable, una fuerza de protección que ni siquiera los oficiales de más alto rango de la asociación de magos del Planeta Azul se atrevían a desafiar.