Ataque sorpresa...!

El palacio secreto de la familia Clark se mantenía silencioso entre los cientos de palacios que rodeaban el Templo del Dios de la Guerra, su grandeza enmascarada por la quietud que lo envolvía.

Dentro, en el salón central tenue iluminado, la Señora Clark se sentaba solemnemente en una silla mecedora, su mirada fija en el horizonte distante como si estuviera perdida en profundos pensamientos. El parpadeo de la luz de las velas proyectaba largas sombras a su alrededor, sin embargo, ella permanecía imperturbable, su expresión una mezcla de melancolía y resolución.

Una figura encapuchada se movía silenciosamente a través del palacio, deslizándose entre las sombras con facilidad práctica. La figura se acercó a la Señora Clark por detrás, sus pasos inaudibles sobre el pulido suelo de mármol.

Justo cuando la figura encapuchada estaba a punto de alcanzarla, la Señora Clark, sin girarse, habló con una voz tranquila y sabia —¿Qué te tomó tanto tiempo?