La voz del juez principal resonaba a través de la arena silenciosa, su tono frío y sin emociones pronunciando el veredicto final que cambiaría el destino de la familia Doom para siempre. —Rey Hoom Doom, el precio final está calculado. Además de los iniciales 500 millones de piedras de mana superiores y mil carros de cristales elementales, el valor del Palacio del Tesoro Oculto es varias veces los ingresos anuales de la familia Frost.
La cara del Rey Hoom Doom palideció cuando el peso de las palabras lo golpeó como un maremoto. Sus manos temblaban mientras luchaba por mantener la compostura. —¿Cuánto... cuánto? —logró tartamudear, con voz apenas audible.
El juez no parpadeó mientras respondía:
—Mil millones de piedras de mana superiores y cinco mil carros de siete cristales elementales, en total.
Un jadeo colectivo se elevó de los espectadores. Era un precio tan astronómico que incluso los reinos más ricos lucharían para pagar.