Los ojos de Kent se abrieron lentamente, serenos y enfocados como si el caos exterior no tuviera efecto sobre él. Su mirada se encontró con las caras sorprendidas de Lily y el Tío Ragnar.
—¿Es la hora? —preguntó, con voz firme.
Ragnar asintió. —Todo está listo. La Arena está llena. Diez millones de personas, quizás más, se han reunido para presenciar este combate. Espero que no decepciones.
Afuera, toda la Arena estaba repleta de espectadores, las banderas y los estandartes de la familia Doom ondeaban orgullosas al viento. Los seguidores de la familia Doom dominaban la multitud, sus vítores y cánticos llenaban el aire. Su confianza era palpable, así como su desprecio por el único representante de la familia Frost.
Una enorme cantidad de ingresos y riqueza cambiarán de manos después de esta pelea. Muchas personas colocaron grandes cantidades de riqueza en apuestas sobre este combate.