Han pasado tres días desde que Kent fue encarcelado en la prisión real. Ni una sola persona del mundo exterior lo vio durante estos tres días.
La gente del Séptimo Reino estaba confundida y expectante, esperando alguna señal, alguna pista sobre lo que estaba sucediendo detrás de las gruesas paredes de piedra de la prisión. El silencio alimentaba más rumores.
La Princesa Sony de la familia Stick había agotado todos sus recursos e influencia, pero incluso a ella se le negó la entrada para ver a Kent.
Reyes, nobles de alto rango y miembros de la poderosa familia Frost también fueron rechazados. A nadie se le permitió acceso.
La seguridad alrededor de la prisión real era impenetrable, reforzada por soldados élite del Ejército Prohibido. Su presencia dejaba claro que nadie osaría acercarse a la prisión sin permiso.