Palacio de la Familia Frost…
Thea caminaba de un lado a otro en su habitación, sus pensamientos enredados como una telaraña. No podía quitarse de la mente la imagen de Lily abrazando a Kent frente a millones durante la corte real. Ese momento había perturbado su corazón desde que ocurrió. Esta noche, tenía que saber la verdad.
Encontró a Lily sentada junto al estanque de lotos en el jardín acuático del palacio, contemplando el cielo iluminado por la luna. Su disposición calmada contrastaba drásticamente con las emociones turbulentas de Thea. Tomando aire profundamente, Thea se acercó a su hermana.
—Lily, ¿qué haces aquí? —preguntó Thea mientras se sentaba a su lado.
—Nada. Solo estaba pensando en la próxima Guerra Tridente —respondió Lily mientras miraba las flores de loto.
—Lily, necesito preguntarte algo —dijo Thea, con voz seria.
Lily giró la cabeza, percibiendo el peso detrás de las palabras de su hermana.
—¿Qué sucede? —preguntó, frunciendo ligeramente el ceño.