¡Veneno del corazón!

Sexto reino, cuevas rocosas…

El espacio dentro de la cerrada cueva rocosa estaba lleno de los ecos de los gruñidos de feroces bestias, sus sombras parpadeando de manera amenazante contra las rugosas paredes de piedra.

En el corazón del caos estaba Jean, con los ojos entrecerrados de determinación, sus manos sujetando el largo bastón que tenía una cabeza de cristal con forma de luna. Su cabello ondeaba salvajemente en el ambiente cargado, reflejo de su creciente poder.

Cientos de bestias salvajes se lanzaban hacia ella desde todas direcciones, con los ojos brillando de un hambre desenfrenada, sus garras cortando el aire, ansiosas por destrozarla.

Pero Jean permanecía firme. Giró su bastón y convocó poderosas ondas de hechicería. Con cada movimiento, líneas relucientes de antiguas runas se esparcían por el suelo, formando barreras que repelían a las criaturas que avanzaban.