Diosa de la Vida!!!

En el momento en que Kent desgarró al príncipe demonio, la cima de la montaña sufrió una impresionante transformación. El fuego ritual resplandeció con brillo dorado, enviando rayos radiantes hacia el cielo nocturno. El aire mismo parecía vibrar con energía divina mientras flores doradas comenzaban a llover desde los cielos, sus pétalos girando como bendiciones de otro lugar divino.

Los tambores y las flautas resonaron desde arriba, una melodía tan de otro mundo que silenció el campo de batalla. Los demonios restantes, ya huyendo aterrorizados, tropezaron y cayeron mientras la luz dorada bañaba la montaña.

—¡Mirad! —gritó el Sabio Paras, su voz quebrándose de emoción. Cayó de rodillas y comenzó a postrarse con ferviente devoción—. ¡Oh poderoso Dios del Orden, muestra tu bondad y bendícenos con tu gracia divina!