Secta Divina Deidad…
Ileyana, la sublíder de la facción del Abanico del Viento, atravesó las puertas de la secta de la deidad, sus dedos apretando el mango de su abanico-espada.
La marca de la facción del Abanico de Viento brillaba débilmente en el dorso de su mano izquierda, un sigilo que marcaba su lealtad. Ocultando su posición, entró en la secta de la divina deidad como un soldado común.
Había llegado lo suficientemente lejos para alcanzar la famosa secta de la isla. El viaje la había endurecido, pero de pie en el corazón de tal poder, Ileyana podía sentir el peso de algo mucho mayor presionando sobre su espíritu.
Guardias flanqueaban la entrada, sus rostros ocultos bajo cascos plateados, sus ojos tan fríos como el acero. Miraron su marca y asintieron en silencio, permitiéndole pasar sin desafío.
Siguió a la multitud y fue separada en diferentes patios.