Una amenaza para el Mundo Espiritual

Mar Oscuro…

El agitado Mar Oscuro era un espectáculo de caos y poder. Olas imponentes golpeaban los bordes de la montaña abismal, cuyos picos dentados se elevaban desafiantes desde el centro de las aguas ennegrecidas.

Bajo un cielo perpetuamente envuelto en un rojo crepuscular, las fuerzas demoníacas trabajaban incansablemente, sus cánticos resonando como un himno retorcido de desesperación.

Las bestias demoníacas serpentinas, criaturas masivas con escamas resplandecientes, se esforzaban mientras tiraban de cadenas de hierro, arrastrando colosales máquinas que agitaban el mar con fuerza implacable.

En el corazón de este espectáculo se encontraba el nuevo Emperador Demonio, Phillip Quinn. Sus ojos carmesí brillaban con ambición, su oscura armadura destellando bajo la tenue luz del abismo. El olor a sangre persistía en el aire mientras él observaba la escena desde lo alto de una plataforma de obsidiana negra.