Ye Chen podía imaginarse a Huo Mei'er y a ese Ao Lei asistiendo a esta gran subasta formal. Sin embargo, Ye Chen no sabía que en este momento ambos individuos estaban en los palcos privados evaluándolo. Y que Ao Lei albergaba pensamientos aún más siniestros, contemplando el asesinato especialmente tras la llegada de dos nuevos Santos Divinos de etapa tardía.