Después de que Su Chen y Lin Ruoxue aparcaran su coche en el aparcamiento de la entrada del hotel, comprobaron que prácticamente todos los vehículos que les rodeaban eran coches de lujo de edición limitada. Probablemente sea imposible ver tantos, una alineación tan lujosa incluso en una exposición de coches de lujo.
Las personas que salían de los coches iban vestidas de punta en blanco, con trajes ajustados y zapatos de cuero relucientes, impecablemente arreglados, una clara señal de que pertenecían a la alta sociedad, llevando un cierto aire de autoridad.
Muchos reconocieron a la renombrada Lin Ruoxue y la saludaron al verla, a lo que Lin Ruoxue también asintió y reconoció a cambio.
Al ver a Su Chen a su lado, estas personas le lanzaron una mirada ligeramente curiosa pero no le prestaron demasiada atención.