—Tang Tang, te advierto por última vez, ¡suéltame ahora mismo o no seré educado! —gritó Su Chen.
—¡Hmph, está bien, demuéstrame cuán mal educado puedes ser! —Tang Tang resopló fríamente, sin tomar en serio la amenaza de Su Chen en absoluto.
—¿Quieres que no sea educado? ¡He sido demasiado educado contigo antes! —Tang Tang pensó con un sentido de orgullo.
Sin embargo, justo entonces, Su Chen de repente hizo esfuerzo y el cuerpo de Tang Tang se sacudió inmediatamente, su expresión endureciéndose. Antes de que pudiera reaccionar, Su Chen se había volteado y ya la había inmovilizado debajo de él. Este cambio abrupto aturdió a Tang Tang, dejándola con una mirada algo desconcertada.
—Hmph, estabas bastante arrogante hace un momento, ¿no? ¿Por qué esa mirada de sorpresa ahora? —Su Chen parecía haberle dado la vuelta a la situación, hablando triunfante.
—¡Ah~~~! —Al escuchar la voz de Su Chen, Tang Tang inmediatamente reaccionó y soltó un grito agudo.