—¡Así que hemos sido descubiertos, que así sea!
Su Chen dijo indiferentemente, aceptando rápidamente la realidad.
Así, los miembros del Templo Nether se quedaron allí, esperando a que llegaran los adversarios.
No pasó mucho tiempo antes de que grupos de artistas marciales y modificadores genéticos convergieran desde todas las direcciones.
—¡¿Quién se atreve a invadir la Sociedad Calavera?! —mientras estas personas rodeaban a Su Chen y los demás, uno de ellos ladró agudamente.
—¡Saquen a Tang Gang de aquí! —la cuchilla militar dijo con desdén, curvando los labios.
A estas alturas, la reacción de Su Chen a la traición de Tang Gang ya no era tan intensa como lo había sido al principio, pero los otros miembros del Templo aún guardaban rencor y no lo habían olvidado.
—¿Quién crees que eres para exigir ver a nuestro líder? —otro artista marcial respondió con brusquedad.
—Dejen de hablar tonterías, si se atreven a invadir, ¡simplemente mátenlos! —sugirió otra voz.