En una sola mañana, Ling Han ya había pescado más de cien Pez de Corazón de Hielo Absolutamente Frío. Sumando las capturas de Li Si Chan y Guang Yuan, su total alcanzaba los ciento cincuenta, lo que era más que la ganancia total de todos los presentes en la escena.
Era precisamente el principio de que las buenas herramientas son necesarias para la ejecución exitosa de un trabajo.
Cuando llegó la tarde, Ling Han encendió una hoguera y comenzó a cocer estos preciados peces.
Cuatro fueron asados, y cuatro se convirtieron en sopa. Ling Han también agregó varias medicinas espirituales. Mientras hervía, la fragancia atrayente se expandía, haciendo que la gente se relamiera. Además, esto no era solo la fragancia, porque en el horno aparecían destellos de brillo que se elevaban al cielo, un espectáculo asombroso.
Era la comida sumamente tónica que atraía el Qi Espiritual del cielo y la tierra, formando una vista singular.