Recogiendo Duraznos

—¿Qué hacemos? ¡Con una bestia de la novena capa del Nivel Infante Espiritual aquí, es imposible cosechar los duraznos espirituales! —Ye Rong comenzó a preocuparse solo. Según lo veía él, Chu Hao y los demás eran solo impedimentos, y no había expertos además de él en los que confiar. De lo contrario, ¿por qué era él el único que recibió acceso directo a la Academia Restaurar el Cielo entre ellos? Esto equivalía a tener la palabra «experto» impresa en su cara, y aquellos que no recibieron las calificaciones obviamente eran todos desechos. ¿Los expertos necesitaban la opinión de aficionados? ¡De ninguna manera!

Pensó un rato y dijo:

—Alejaré a ese Leopardo de Patrones Grises, y ustedes chicos recojan los duraznos espirituales. Recogan tantos como sea posible, y en un rato nos reuniremos en ese pequeño pueblo a 35 kilómetros.

Ling Han era indiferente a eso. Con una sonrisa, dijo:

—Entonces gracias por el esfuerzo, Hermano Ye.