—Hui Rui, cifra esta información a nivel S. Solo la autorización de más alto nivel permitirá el acceso, ¡y asegúrate de que todos los mensajes sean confidenciales! —gritó Zhang Menglong.
Aunque Zhang Menglong parecía desestimar la información, Zhou Lao era muy consciente de las consecuencias si dichos datos fueran conocidos por algunas organizaciones de inteligencia extranjeras.
Ningún país quería ver a Huaxia convertirse en tan poderoso. Pronto, grandes números de espías e incluso psíquicos intentarían infiltrarse en Huaxia, y entonces todo el país probablemente caería en el caos.
—¡Entiendo! —Hui Rui asintió solemnemente.
—Hoy, comenzamos a establecer el Grupo de Investigación Noveno de Huaxia —anunció Zhou Lao—. Académico Qian, usted liderará este grupo. Tendrá libre control sobre los recursos nacionales de investigación científica, y espero que esta información se transforme en verdadero poder nacional lo antes posible.