Después de haberse ocupado de todo, Zhang Menglong había regresado al País Brahma y los parientes de Mossang le arreglaron una residencia temporal. Aunque no era tan lujosa como los estándares de la Familia Mahalast, era suficientemente cómoda, ya que Zhang Menglong no le daba mucha importancia a las comodidades materiales.
—Maestro, ¿exactamente a dónde fue durante este tiempo? Estábamos preocupados de que algo le hubiera sucedido —preguntaron preocupados Luca y Sinto.
Miraban a Elisa y a Luca, los hermanos que estaban al lado de Zhang Menglong. ¿Cómo había conseguido su maestro traer de vuelta a un joven guapo y a una hermanita en su viaje?
Por alguna razón, estos dos les provocaban una sensación opresiva inexplicable.
—No es nada, solo fui a Xuli —dijo Zhang Menglong—. Ah, por cierto, ella es Elisa y él es Luca. Fueron mis guardaespaldas mientras estuve en Xuli.