—Solo diga su precio y pagaremos la compensación —Tong Xiao ya no tenía ningún poder de negociación en este punto. Aunque le dolía como si le arrancaran su propia carne, aun así era mejor que perder la vida.
—No pediré mucho, solo 300 mil millones de dólares estadounidenses, y podemos resolver este asunto —Zhang Menglong de repente sintió un poco de lástima por el viejo compañero. Con un discípulo así, realmente había sufrido mala suerte durante ocho vidas.
—De acuerdo, ¡300 mil millones es! —Aunque la suma de 300 mil millones de dólares estadounidenses seguía siendo astronómica, si apretaban los dientes y movilizaban cielo y tierra, podían reunir los fondos. Haré que alguien maneje la transferencia de los activos relacionados en un par de días.
—¡Muy bien! —Zhang Menglong asintió con satisfacción. Como estaba en una posición más fuerte, no temía que la gente de la Isla del Reino intentara jugarle trucos.