La montaña forestal era ilimitada, y Fang Yuan caminaba pacientemente.
La luz del sol se filtraba a través de los enormes y altos árboles, brillando y creando un suelo de sombras arbóreas moteadas y fragmentarias.
La hierba verde junto a sus pies era como un colchón, y las flores silvestres florecían con colores brillantes.
Sus oídos captaron el sonido de los pájaros cantando, o el gorgoteo del agua fluyendo.
Cuanto más se alejaba del pueblo, caminando hacia los alrededores exteriores, más riesgos había. Por eso Fang Yuan era aún más cuidadoso.
La naturaleza era muy peligrosa, los Maestros Gu tenían que tener al menos un cultivo de rango tres para poder aventurarse solos en lo salvaje y explorar. Pero eso no significaba que estuvieran seguros, ya que muchos Maestros Gu de rango tres morían en la naturaleza, a veces incluso los de rango cuatro. Bestias salvajes, gusanos venenosos, amenazas humanas y a veces el clima, esas eran todas las causas de muerte.