—¡Aguanta, Fang Yuan, ya vamos a ayudarte! —gritó Jiao San con expresión preocupada, dando pasos enormes hacia la habitación.
Pero al momento siguiente, se quedó pasmado.
La habitación estaba vacía, Fang Yuan no estaba dentro.
Los cuatro se quedaron en silencio.
—¿Cómo puede ser, dónde está él? —Jiao Sao rompió el silencio, diciendo con frustración.
Él 'actuó' fuera de la habitación durante tanto tiempo, pero resultó ser un espectáculo unipersonal ya que Fang Yuan nunca estuvo dentro.
Los tres se miraron entre sí, sin esperar tal resultado.
—Esto es raro, si Fang Yuan no está aquí, ¿por qué habría pegado ese papel en la puerta? —dijo Kong Jing con cuidado.
—¡Traigan al arrendador ahora mismo! —Jiao Sao levantó el pie y mandó la puerta a volar.
—¿Me buscabas? Hmph, justo estaba a punto de buscarlos. Venir a mi casa y armar semejante alboroto, incluso romper mi puerta. Joven, eres realmente capaz. —El arrendador era un hombre mayor, pero su tono era muy firme.