La mitad de sus ahorros de toda la vida se han esfumado, solo su vitalidad permanece por la eternidad.

Un día después.

Fang Yuan se sentó con las piernas cruzadas en el futón.

Una gran luz blanca del tamaño de un rostro estaba a la distancia de un brazo de su cara, flotando silenciosamente.

Fang Yuan sacó pieza tras pieza de piedras primordiales de su bolsa de dinero y las arrojó a la bola de luz.

La luz blanca se contraía, pero se volvía más cegadora.

Cuando se encogió al tamaño de un puño, la luz blanca era deslumbrante, y Fang Yuan solo podía entrecerrar los ojos para observarla.

—Probablemente la última pieza... —Fang Yuan jugueteaba con la piedra primigenia en su mano, sabiendo que el momento crítico estaba aquí.

Lanzó la piedra primigenia a la bola de luz.

Podía ver vagamente la piedra primigenia flotando en la bola de luz, como nieve cayendo en agua hirviendo, derritiéndose constantemente.

Una gran cantidad de polvo de roca caía al suelo.

La piedra primigenia desapareció, ¡y la bola de luz explotó!