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Las nubes del atardecer son arrastradas por el viento fresco que llena el aire y el disco de jade gira silenciosamente en la vía láctea.
Bai Ning Bing miraba desde la ventana y contemplaba el cielo nocturno.
Una luna brillante y resplandeciente lucía en el cielo. De vez en cuando, se podían oír aullidos de lobos en la distancia, añadiendo desolación a la pacífica luz de la luna.
En el estudio, el líder del clan Bai estaba sentado a un lado con una expresión atontada.
Hace apenas un momento, Bai Ning Bing le había hablado sobre la constitución del Alma de Hielo Oscuro del Norte.
—Alma de Hielo Oscuro del Norte... diez aptitudes absolutas... —murmuraba constantemente el líder del clan Bai.
—Ya he sentido que mi final se acerca, mi apertura gradualmente no puede soportar la carga. Estos últimos años, ¡realmente te he causado muchos problemas! —Bai Ning Bing suspiró suavemente.