—Hay verdaderos genios incontables en este mundo... —Tras estar solemne por un rato, Fang Yuan levantó la cabeza y suspiró.
—Bai Ning Bing, qué admirable Bai Ning Bing... jejeje, te subestimé y caí víctima de tus maquinaciones. Fue una victoria hermosa, tu plan fue impecable, mientras yo fui descuidado y confiado, solo pensando en el Gu Inmortal, te permití tener éxito, ¡fue mi error!
—Me halagas. La razón por la cual pude conspirar contra ti fue debido al momento perfecto, lugar y oportunidad. Si yo fuese quien tuviera que refinar un Gu Inmortal mientras planeaba contra ambas facciones, lo justo y demoníaco, definitivamente habría hecho peor que tú —respondió Bai Ning Bing seriamente—. Pero ahora en este punto, el ganador lo toma todo y el perdedor lo pierde todo, espero que detengas tu lucha sin sentido.
—Jejeje —se burló Fang Yuan—. La razón por la que no me has matado aún es por el Gu Inmortal, quieres saber sus efectos y también la receta del Gu Inmortal en mi cabeza.