Fang Yuan abrió lentamente los ojos.
Todo lo que veía frente a él era un color rosa borroso, a medida que su visión regresaba gradualmente, vio una delgada cortina de seda.
Soplaba un viento ligero, las campanillas sonaban, la cortina rosa claro se balanceaba lentamente, haciéndolo sentir como en un sueño o ilusión.
Fang Yuan se levantó lentamente de su cama.
Esta cama redonda era extremadamente grande, cuarenta o cincuenta personas podrían caber en ella.
Una manta de seda que era roja en la parte inferior con bordes dorados cubría su cuerpo.
Fang Yuan miró a su alrededor y se encontró en un gran dormitorio.
Había una estufa junto a la cama, quemando incienso. Había una fragancia que despertaba los sentimientos de las personas en el aire.