—Ning Zhuo de repente se levantó, su voz más fuerte dominando a Yuan Er —¡Deja de decir tonterías! ¿Cómo podríamos asesinarte o conspirar contra tus mascotas mono sin pruebas?
—¿Tienes alguna prueba? —Yuan Er se sobresaltó, sus ojos enrojeciendo de ira, apuntando a Ning Zhuo, su mirada asesina, la intención de matar clara —¡Pequeño ladrón, has traído este problema a mi hogar. Mereces morir, mereces morir!
—Ning Zhuo levantó el cuello y avanzó directamente, caminando alrededor del escritorio hacia Yuan Er, gritando en voz alta —¡Ven, ven, ven! Aquí está mi cabeza, por favor, Líder Yuan Er, toma como quieras.