—¿Por qué debería tomar el Palacio Inmortal? ¡Por mi madre, yo solo soportaré los imponentes pecados! —negó lentamente con la cabeza Ning Zhuo.
—¡No puedes soportarlo! —bramó con ira Zhu Xuanji, rodeado por la Serpiente Gigante Mecánica—. Por tus deseos egoístas, masacrando millones, ¿qué clase de Camino Demoníaco es este! Si lo haces, ¡nunca te perdonaré!
—Pequeño Zhuo... —La cara de Sun Lingtong estaba llena de preocupación.
Conocía muy bien la naturaleza de Ning Zhuo.
Si esto al final llevaba a que la ciudad fuera abrumada por bestias demoníacas, el futuro de Ning Zhuo sería sombrío. Él mismo sentiría una culpa sin límites.
¡Todo porque Ning Zhuo se consideró, de principio a fin, una persona del Sendero Recto!
El trono se había derretido más de la mitad, y las llamas rápidamente se debilitaban.
Notando esta escena, las expresiones de Zhu Xuanji y Sun Lingtong se relajaron ligeramente.