—Al ver que Sun Ning ya había salido del campamento —llamó Zhang Zhongyi inmediatamente a un joven sirviente—, ve y busca a la Generala Mu Lan.
Poco después, una generala levantó la solapa de la tienda y entró.
Su comportamiento era digno y valeroso, sus rasgos distintos, las líneas afiladas de su mandíbula mostraban un temperamento resuelto.
Su mirada era firme y penetrante, su nariz orgullosa y sus labios bien formados; ligeramente fruncidos, transmitían una determinación innegable.
La generala llevaba su cabello negro azabache recogido en una cola de caballo alta con algunos mechones enmarcando su frente, añadiendo una energía vibrante a su apariencia.
Su físico era alto y tonificado, sus contornos musculares firmes y bien proporcionados, mostrando los frutos de un entrenamiento constante y la batalla. Particularmente notables eran sus largas y poderosas piernas, cada paso que daba resonaba con decisión y fuerza nítidas.