Mu Lan levantó la cortina de la tienda y entró en la tienda militar.
A diferencia de lo habitual, el Tío Zhang, Zhang Zhongyi, a quien ella recordaba, no estaba preparando hierbas. En lugar de eso, sostenía un Resbalón de Jade en su mano izquierda, absorto inspeccionándolo con su Sentido Divino.
Al oír los pasos, Zhang Zhongyi retiró su Sentido Divino y alzó la vista para ver a la general femenina, Mu Lan.
Mu Lan seguía vestida con una túnica militar roja, cubierta por una Armadura de Latón, exudando un aura valerosa. Sin embargo, en ese momento, sus cejas estaban ligeramente fruncidas, como si estuviera soportando dolor.
—Has llegado, siéntate —Zhang Zhongyi le hizo señas a Mu Lan para que se sentara a su lado. Colocó el Resbalón de Jade sobre el escritorio y se levantó para caminar hacia el banco de trabajo y comenzar a preparar las hierbas necesarias para tratar las lesiones de Mu Lan.
—Justo ahora, Ning Zhuo me buscó para tratar a su amigo —dijo—. Ha sido un éxito.