—Sucedió tan rápido que incluso la forma recién adquirida de Daemon apenas pudo procesarlo.
—La criatura. —Su primer instinto fue proteger a Zina apartándola del camino. —Zina girándolos a ambos. —Su sangre salpicando como una fuente ante sus ojos.
—Todo sucedió tan rápido.
—Daemon siempre había sabido que poseía una naturaleza animalística. —Todos lo sabían. —Pero lo que le roía el pecho en el momento en que todo se procesó en su mente era algo ajeno para él.
—Era algo tan aterrador que, por primera vez en su vida, se encontró dudando en enfrentarse a algo... sea lo que fuere que le roía el pecho.
—Decían que llega un momento en la vida de uno en el cual uno tiene que mirarse al espejo y observarse cuidadosamente. —Daemon estaba descubriendo que ese momento estaba ante él, y no importaba cuánto Daemon mirara su propio espejo, todo lo que enfrentaba era su propio infierno personal que venía en forma del cuerpo pálido y sin vida de Zina WolfKnight.