La Seductora Furtiva

LUNA

—Y aquí pensé que habíamos creado un lazo, Yaren. ¿Cómo te atreves a organizar una fiesta y no invitarme? —habló Fionna con una voz ronca, de pie al lado de Yaren con las manos en jarras y las piernas cruzadas.

—Basil soltó una burla leve, sus ojos lascivos recorriendo el cuerpo de Fionna de manera lujuriosa.

La Mano Roja en cuestión estaba vestida de pies a cabeza con cuero oscuro que abrazaba su figura delgada de manera decadente y resaltaba todas sus curvas. Llevaba puesta una bota de cuero hasta la rodilla, y mostraba una cantidad considerable de escote con la chaqueta de manga larga de cuero ajustada que tenía puesta.

—¿Y quién es esta belleza? —preguntó Basil con un tono apreciativo aunque espeluznante—. No sabía que te deleitaras en este tipo de placeres, bastardo.

—Fionna sonrió ampliamente, cubriendo los puños cerrados de Yaren con sus dedos mientras se inclinaba para susurrarle al hombre.