Capítulo 401: Un mundo hermoso pero cruel

En el corazón del Parque Central de la Ciudad Mágica, junto a la tranquila orilla de un pequeño río.

«Han sido esparcidos por el viento, perdidos en los confines de la tierra.

Algunas historias permanecen incompletas, dejémoslas así.

Esas emociones, con el tiempo, se han vuelto difíciles de discernir si son verdaderas o falsas.

Ahora, aquí prosperan las malezas, donde alguna vez florecieron flores.

Afortunado de haber tenido tu compañía a través de las primaveras, otoños, inviernos y veranos.

Deben estar viejos ahora.

¿Dónde están?…»

El sonido etéreo de una voz celestial seguía resonando en sus oídos; no solo la delicada joven al final del camino frente a él, sino también las docenas de guardaespaldas vestidos de negro detrás de él, cada uno escuchando atentamente.