—Chu Hao luchaba con movimientos amplios y poderosos, atacando implacablemente sin ninguna necesidad de defensa.
—Aunque los diez Guerreros de pico unieran sus fuerzas, ante esa defensa inexpugnable, sólo podían esforzarse repetidamente en vano. Pero estaban firmemente convencidos de que nada era indestructible, especialmente no cuando su fuerza era superior.
—Mientras siguieran bombardeándolo, creían que eventualmente podrían empujar a Chu Hao hasta su límite, hasta el punto en que ya no pudiera operar la Armadura de Dragón Plateada.
—Su razonamiento era lógico y muy acorde con la realidad. Sin embargo, el problema era que Chu Hao ya había avanzado hasta Guerrero, y su Poder del Alma había ascendido a un nivel superior. El tiempo requerido para llevarlo hasta el límite había aumentado significativamente.