—Chu Hao estimuló completamente su físico, con cada célula transformándose en un Horno de la Llama, ardiendo vigorosamente como si pudiera chamuscar los cielos y hervir la tierra.
—Esto no era una hazaña imposible. Aquellos con un físico de fuego completamente desarrollado podrían incinerar mares con solo un movimiento de su mano, y aquellos con un físico de escarcha completamente desarrollado podrían dejar atrás miles de millas de hielo por donde pasaran, verdaderamente poderosos más allá de la razón natural.
—O más bien, la aparición de tal físico era en sí mismo un regalo de las operaciones del cielo y la tierra.
—Sonidos zumbantes vibraban mientras su ser entero se convertía en llama. Lo que era extraño, sin embargo, era que su ropa permanecía completamente indemne, levantando la sospecha de que las llamas quizás eran solo una ilusión. Pero si alguien se atreviera a tocarlas, definitivamente se quemarían hasta quedar en cenizas sin duda alguna.