—Hmm —respondió Gu Qingcheng indiferente, su mente no enfocada en prestar atención a nadie más. Estaba consumida con pensamientos sobre cómo obligar a Chu Hao a admitir que era el bebé, que el Gato Gordo era en efecto ese Gato Gordo, y luego decidir cómo exactar su venganza.
Nunca había sufrido una pérdida tan masiva, siendo espiada por un hombre despreciable que echó un vistazo a su cuerpo, e incluso compartió cama durante varios meses. El mero pensamiento despertó una ira asesina dentro de ella.
La expresión de Yue Feng cambió sutilmente; normalmente despreciaría a cualquier mujer ordinaria, pero Gu Qingcheng fue la primera en conmover su corazón, afectando severamente sus emociones. Luego se volvió hacia Chu Hao y dijo —Hermano Menor Chu—oh, no debería llamarte 'Hermano Menor' más, has sido expulsado de la Secta del Manantial Espiritual.
—¿Está intentando suprimirme? —preguntó.