¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!
Chu Hao, aprovechando su ventaja, lanzaba puñetazo tras puñetazo, obligando a Yue Feng a retroceder continuamente.
No poseía la sangre de la Raza Dragón y no podía maximizar el poder del Puño Dragón, pero su propia sangre era igualmente poderosa. ¿Qué tan aterradora era la Llama Verde? Junto con su Fuerza Estelar alcanzando Nueve Manantiales, el poder que mostraba con el Puño Dragón no era en realidad inferior al de la Chica Bárbara.
Esta técnica marcial era increíblemente poderosa; cada puñetazo hacía que Yue Feng escupiera un bocado de sangre. Cuando Chu Hao finalmente se detuvo, Yue Feng había escupido casi cien bocados de sangre.
No era que Chu Hao se detuvo porque se quedó sin fuerzas, sino que Yue Feng se había retirado al borde de la plataforma. Más puñetazos y Yue Feng caería.
Según las reglas anteriores, caer de la plataforma significaba descalificación del concurso, y en consecuencia, ya no se permitía atacar a los que estaban en la plataforma.